title: Profesionales sí, pero con ética date: 2005-03-16 18:31 ---

¿En qué mundo vivimos que en la mayoría de los casos nos vemos obligados a elegir entre nuestra profesionalidad y nuestro sentido de la ética?

Actualmente para ser un buen profesional, ya sea en el sector del software, de la informática en general o en cualquier otro sector, es necesario estar al dia en cuanto a herramientas informáticas se refiere para poder usar aquellas que nos permitan realizar nuestro trabajo de la forma más eficiente posible. Pero tambien es igual de importante o incluso más saber si el usar determinada herramienta es o no es ético.

Por poner un ejemplo, para una planta química será más barato eliminar los residuos abocándolos al rio que transportándolos a las zonas preparadas para tal. Pero la primera forma implica causar graves daños para el medio ambiente, además de malos olores, etc. No sería ético.

De la misma forma existen profesionales que no consideran su libertad como algo que se deba defender. O no son conscientes, muchos de ellos, o son conscientes pero aún así anteponen los resultados por encima de todo, los peores. Y no está en juego solamente su libertad sino que con su comportamiento provocan un gran daño a la sociedad. Sin embargo ésta misma sociedad es la que premia el éxito sin valorar de qué forma se ha alcanzado.

En cambio muchos otros que se esfuerzan por trabajar de forma que no quede comprometida su libertad, aunque les cueste un poco más, son tratados de extremistas con una vista muy irreal de cómo es el mundo y son poco menos que marginados por sus intentos de hacer las cosas bien.

Supongo que habreis notado que hablo de software libre y de software privativo.

Hay gente que no usa determinados plugins para su explorador, que no tiene drivers para las dispositivos más recientes, que no tiene instalados esos juegos tan molones que nos sacan a menudo por la tele, etc, etc, en un esfuerzo por usar exclusivamente programas libres (hay que decir que gracias a la ayuda de miles de hackers ese esfuerzo es cada vez menor). ¿Vale la pensa ese sacrificio a cambio de preservar los valores éticos?

En una palabra: SI.