From ce10a840080a90e5fa6cbd86436a134da7679d8c Mon Sep 17 00:00:00 2001 From: Javier Sancho Date: Wed, 11 May 2022 02:29:55 +0200 Subject: [PATCH] cap 1 acabado --- libro1/cap01.tex | 75 +++++++++++++++--------------------------------- 1 file changed, 23 insertions(+), 52 deletions(-) diff --git a/libro1/cap01.tex b/libro1/cap01.tex index 6fb8bfb..69be0ee 100644 --- a/libro1/cap01.tex +++ b/libro1/cap01.tex @@ -102,7 +102,7 @@ Allistair y Nylora se dirigieron hacia el lugar donde se encontraba la fuente. C - Señora. -Vyctor se acercó a su madre sin dejar de mirar a sus hermanos. Ya habían llegado a la fuente y Nylora reía y mientras hablaba animadamente con Allistair. Una oficial que estaba cerca se unió a la conversación. +Vyctor se acercó a su madre sin dejar de mirar a sus hermanos. Ya habían llegado a la fuente y Nylora reía mientras hablaba animadamente con Allistair. Una oficial que estaba cerca se unió a la conversación. - ¿Qué estamos mirando exactamente, madre? @@ -112,7 +112,7 @@ Vyctor se acercó a su madre sin dejar de mirar a sus hermanos. Ya habían llega - Bueno, simplemente cambiará sus armas por otras más útiles. -Siguieron estudiando la escena. La mujer había mojado un trozo de naranja en la fuente y se lo ofrecía a Nylora. Allistair hablaba animadamente y la mujer reía. +Siguieron estudiando la escena. La mujer había mojado un trozo de naranja en la fuente y se lo ofrecía a Nylora. Allistair hizo algún tipo de comentario gracioso y la mujer no pudo disimular sus risas. - No has contestado a mi pregunta. Aparte de lo que estamos viendo, ¿qué está pasando ahí? @@ -142,75 +142,46 @@ Nelaria suspiró con condescendencia. Nelaria rió abiertamente. +Un tintineo llamó la atención de todos. El almirante decano Rashir Kadirah hacía tintinear su copa desde el escenario, pidiendo el silencio de los asistentes. ---- +- Queridos amigos, nos hemos reunido hoy aquí para recibir a un hombre excepcional, un hombre que ha devuelto la gloria a nuestra Armada, un hombre... -Buscó a Allistair con la mirada. Era uno de los mejores cadetes, pero no era tan bueno como su padre. Aunque claro, nadie era tan bueno como Talon Wyrm. El primero de su promoción en la Academia, teniente más joven de la historia, capitán más joven después, y así rango tras rango del escalafón, triunfando incluso en los lugares más recónditos, para volver en el momento más álgido de su carrera. Y todavía no habían tocado techo, ella lo sabía. En realidad, esto era el principio, lo más grande estaba por venir. +Nelaria cerró los ojos y respiró profundamente, saboreando el momento. Sin duda Talon era un hombre excepcional, pero había sido su guía la que le había llevado a elegir las amistades adecuadas y actuar en los momentos más precisos. Ella era la razón de que estuvieran allí, de que ahora se les abrieran todas las puertas. Ella era la arquitecta, era su éxito en realidad. -- Son tan monos, ¿verdad? Todos de blanco están preciosos – murmuró Nylora con una sonrisa entre desafiante y despectiva. +- Con los pocos recursos con los que contaba pero haciendo gala de una inteligencia y determinación poco comunes, Talon Wyrm encabezó el ataque al cinturón de asteroides obligando a las flotillas piratas a salir de su escondite… -- Te crees mejor que ellos. +Este no era el punto final. Se trataba más bien del comienzo de algo grande, mucho más grande de lo que Talon podía imaginar. Dirigió su mirada a los oficiales, a los cadetes, a los civiles. Todos sentían admiración por Talon Wyrm, el héroe de la Tierra, el nuevo mesías que devolvería a la Tierra su antiguo esplendor. Su imagen aparecía en todos los canales de holovisión, sus hazañas eran leídas por todos lados. Este evento era su lanzamiento definitivo hacia la gloria. -- Soy mejor que ellos. Y lo sabes. +- Algo no va bién - murmuró Vyctor. -Uno de los almirantes decanos comenzó a hablar por megafonía. +Nelaria volvió abruptamente a la realidad. El almirante decano seguía hablando desde el escenario. -“… aquí, ante la mirada de nuestro querido planeta Tierra, origen de la humanidad, hemos venido para recompensar a un hombre que ha devuelto la esperanza y, por qué no decirlo, el orgullo, a toda una generación…” +- ¿A qué te refieres? -- En realidad siempre serás mi mayor decepción, Nylora. Tenía tantas esperanzas puestas en ti. +- No sabría decirlo, pero algo va mal. Tengo una sensación extraña... casi como si estuvieramos en peligro. -- Mi más sentida disculpa, madre. +Nelaria se giró hacia Vyctor, mirándole sorprendida. Aunque llevaba años enseñando a Vyctor a estudiar su entorno y a anticiparse a cualquier situación, sus habilidades estaban aún muy lejos de las de ella. Aún así, en ciertas ocasiones Vyctor la había sorprendido haciendo gala de una intuición poco común. Esas exhibiciones puntuales de agudeza fueron las que decidieron a Nelaria a adiestrar a su hijo de la misma forma que su padre hizo con ella, iniciándole en el arte del estudio de la psique humana y de cómo usarla para su propio beneficio. -- ¿Por qué has venido? No lo entiendo. ¿Por qué? Nunca te gustó tu padre, ni yo tampoco. ¿Acaso somos poco para ti? Siempre te has comportado como si estuvieras un universo por encima de nosotros, por encima de todos. +Pero esta vez Vyctor se equivocaba. Todo lo que estaba ocurriendo estaba discurriendo según lo previsto. -- No soy un soldado, no puedes manejarme a tu antojo como haces con ellos – dijo paseando la vista por los oficiales – si ser independiente y no dejarme engañar es estar por encima del resto del mundo, entonces sí, estoy en lo más alto. +- No te comportes ahora como un niño asustado. No hay nada de qué preocuparse. -Nelaria la atravesó con una mirada fría como el hielo pero cargada de odio. +Aún así, no pudo dejar de observar a Vyctor con preocupación. Se le veía tenso y unas pequeñas gotas de sudor se formaron en su frente. Nelaria le cogió la mano y pudo notar que estaba temblando. -- ¿Por qué has venido? +- ¡Debemos irnos! ¡Algo va mal! ¡Debemos irnos! -Nylora aguantó la mirada durante unos segundos, pero al final bajó los ojos hacia el suelo con rabia. +Vyctor había hablado algo más alto de lo normal y varios de los invitados se giraron hacia ellos. Nelaria miró a Vyctor irritada. Cómo se atrevía a estropear aquel momento tan importante para ellos. Ella lo tenía todo previsto, todo controlado, nada podía salir mal. Se giró hacia el escenario. El almirante decano había acabado su discurso e invitaba a Talon a subir para pronunciar unas palabras. Allistair aplaudía junto a sus compañeros de la Academia. Cindra y Nylora aplaudían también desde el otro lado de la sala. -- Allistair me lo pidió. +Desde el escenario, Talon pedía silencio con las manos sin conseguirlo. La estampa era espectacular. Y tras el escenario, tras el techo acristalado, un espectáculo aún mayor. La Tierra se mostraba en todo su esplendor, de una forma que Nelaria nunca había visto. Eran unos colores tan vivos que quitaban la respiración. “Un regalo para la vista”, pensó de nuevo, de igual forma que cuando habían entrado en el salón. Y entonces lo vió. Sus ojos se abrieron horrorizados, comprendiendo de repente. -- ¿Allistair? +- ¡El escudo! ¡No está! -- Me dijo que era un gran día para nuestro padre, que debíamos de estar unidos en nuestro regreso a la Tierra… menudo sentimental, como si yo no pudiera venir aquí cuando quisiera. +Justo en ese momento empezaron a sonar las alarmas de la estación. Todos se miraron sorprendidos. Algunos oficiales conectaron rápidamente sus terminales pero la gran mayoría miraba hacia todos lados sin comprender. De repente una gran sombra cubrió el techo acristalado. Una nave de combate apareció de la nada y apuntó sus cañones directamente hacia el salón de actos. Se oyeron gritos. -- Pero has venido. - -“…con los pocos recursos con los que contaba pero haciendo gala de una inteligencia y determinación poco comunes, Talon Wyrm encabezó el ataque al cinturón de asteroides obligando a las flotillas piratas a salir de su escondite…” - -- No debería haberlo hecho. No sé cómo, pero siempre, de alguna manera, conseguís manipularme. La manipulación es el pasatiempo favorito de esta familia. - -- Vamos querida, quiero mucho a tu hermano pero ¿manipulación? Allistair tiene muchas virtudes pero saber manejar a las personas no es una de ellas. - -- No, Adi me convenció. - -Un escalofrío recorrió la piel de Nelaria. Nylora siguió hablando, sumida en sus pensamientos. - -- Yo estaba burlándome de Allistair, de su concepto de la familia, de la Academia y del Almirantazgo. Y entonces Adi habló. Ya sabes, como cuando era niño y nos contaba esos sueños que tenía a veces. Se puso todo serio y mirando al infinito dijo: “La fuente del tiempo, de todo lo que ha pasado y de todo lo que está por venir, debe ser preservada”. Y después me miró y añadió: “Nylora, en la ceremonia del ascenso de tu padre, cuando suenen las trompetas del juicio final, te llamaré por tu nombre y los destinos seguirán nuevos caminos”. - -Nelaria miraba con los ojos muy abiertos, intentado hablar pero sin encontrar las palabras. - -- Puede que no fueran esas las palabras exactas, pero fue más o menos así. Estaba como en trance. Después no se acordaba de nada, pero ya no pude dejar de pensar en lo que había pasado. Así que aquí estoy, esperando las trompetas – dijo, volviendo a adoptar esa sonrisa entre burlona y despectiva que solía mostrar siempre. - -Nelaria se giró hacia Vyctor, buscando respuestas a las preguntas que empezaban a formarse en su cabeza. Era como si… de alguna forma… pero no podía ser. Y entonces, al mirarle, no pudo evitar una exclamación horrorizada. - -El pequeño Vyctor estaba rígido, casi temblando, con los ojos cerrados y la frente perlada de sudor. Nelaria le cogió la mano y pudo notar que estaba ardiendo. En ese momento, él abrió los ojos y la miró directamente, pero en realidad la mirada iba más allá. Se sintió como desnuda, desprotegida, unos ojos que no eran los de su hijo y que penetraban hasta lo más profundo de su alma. - -- Estamos en la encrucijada. El origen y el final. Lo inevitable se acerca. Esta pasando. Ahora. - -En ese momento empezaron a sonar las alarmas de la estación. Todos se miraron sorprendidos. Algunos oficiales conectaron rápidamente sus terminales pero la gran mayoría miraba hacia todos lados sin comprender. Y de repente una gran sombra cubrió el techo acristalado. Una nave de combate apareció de la nada y apuntó sus cañones directamente hacia el salón de actos. Se oyeron gritos. - -- ¡Nyloraaaaa! - -Nylora miró a su hermano, gritando su nombre, con los ojos desorbitados, y entonces todos sus sentidos se activaron y todos los años de entrenamiento tomaron control de su cuerpo. De un salto se colocó junto a su hermano, le rodeó con sus brazos y le hizo rodar por el suelo, cubriéndole con su cuerpo. +Vyctor estiró de Nelaria intentando correr hacia las puertas, pero tropezaron y los dos cayeron al suelo. Intentó levantarse pero varias personas de la multitud cayeron encima de él. Pudo oírse una gran explosión, ruido de cristales rotos y trozos de metal cayendo por todos lados. Después llegó el silencio, que pronto empezó a llenarse con lamentos y lloros. -Nylora se incorporó levemente y examinó a su hermano, que parecía encontrarse bien. Incluso parecía haberse recobrado del ataque que estaba sufriendo hacía tan solo unos instantes. Se puso de pie y caminó unos pocos pasos por la estancia. El humo cubría una buena parte del salón y muchos cuerpos se encontraban tendidos en el suelo. Miró al techo, totalmente destruido. Por fortuna, los escudos habían resistido y les habían salvado de una muerte segura. La nave que había provocado toda aquella destrucción había desaparecido. - -Miró a Vyctor, que de rodillas y con las manos en la cara susurraba palabras que Nylora no conseguía entender. Al acercarse comprendió que lloraba y entonces es cuando pudo oírle decir “mamá, mamá”. -A pocos metros, un enorme viga de acero aplastaba el cuerpo sin vida de Nelaria Le Blank, la esposa del recién ascendido almirante Talon Wyrm. +Vyctor consiguió apartar a los que habían caído encima de él y se incorporó, caminando unos pocos pasos por la estancia. El humo cubría una buena parte del salón y muchos cuerpos se encontraban tendidos en el suelo. Miró al techo, totalmente destruido. Podía ver el exterior de la estación vibrando intensamente. Por fortuna, los escudos volvían a funcionar a máxima potencia y retenían el aire, salvándoles de una muerte segura. La nave que había provocado toda aquella destrucción había desaparecido. +Vyctor apretó los puños, clavándose las uñas, y gritó con rabia. A pocos metros, un enorme viga de acero aplastaba el cuerpo sin vida de Nelaria Le Blank, la esposa del recién ascendido almirante Talon Wyrm. -- 2.39.5